5/12/10

Carlos Santos

Aunque no siempre. Carlos Santos Velicia (el autocorrector de Word hace de las suyas y convierte su segundo apellido en Delicia) tenía un tumor incurable y quiso contar su historia, antes de morir dormido en la habitación de un hotel. Para contar su historia le hizo una entrevista al límite Juan José Millás, con la que nos ayuda a mantener vivo el debate de la eutanasia. En España están permitidos la sedación terminal y, desde 2002, el derecho a negarse a recibir tratamientos médicos. El Gobierno ha anunciado una ley de muerte digna, no de eutanasia, similar a la aprobada en Andalucía hace unos meses. Escribe Millás que vio en la mirada de Carlos Santos “esa curiosa mezcla de desafío y desamparo que descubro en la mía cuando tropiezo con mi rostro en los espejos de los ascensores”. Él “estaba condenado a morir sufriendo, pero se rebeló” y acudió a la asociación Derecho a Morir Dignamente. Carlos suma su nombre a los de Josefina, Ramón, Terri, Madeleine, Inmaculada, Chantal, Eluana… Me miraré a los ojos la próxima vez que monte en un ascensor. Espero estar solo. Volveré a decirme: la vida, más que larga, tiene que ser ancha.

2 comentarios: