Si la derecha más reaccionaria de Estados Unidos ha tenido éxito con su Tea Party, ¿por qué no impulsar movimientos similares que defiendan valores alternativos? Un movimiento, por ejemplo, que abogue por los derechos de las minorías discriminadas, la hispana sin ir más lejos. El Tea Party lanza un discurso directo y simplista, se rodea de una iconografía pulcra hasta el hartazgo o la sospecha. Sus mensajes son primarios, excluyentes, de los de andar por casa, o sea, de los que no deberían salir de casa. Ni entrar en ella, proclamo (con permiso de Forges). Lo presentan como otra forma de hacer política alrededor de los grandes partidos, a favor o en contra de ellos. Su ideario, en cinco palabras: ¿qué hay de lo mío? Han cosechado unos muy buenos resultados, por lo que la posibilidad de montar algo parecido es demasiado tentadora, allí y me temo que acá. La minoría hispana ya se ha puesto a ello en Nevada (EE.UU.). Y le ha buscado un nombre a su propia fiesta, una marca que la identifique con fuerza frente al esaborío té de la mayoría blanca tradicionalista. Y se les ha ocurrido llamar a su propio movimiento Tequila Party. No, no es ninguna broma.
17/12/10
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COMPOSICION: PARTY DE SAL Y PARTY DE LIMON.
ResponderEliminarBuenísimo, están locos estos yanquis.
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