29/6/11

Infiernos

En el otro colegio, en el de casa, no conservo ni una fotografía. El recuerdo de la década anterior, que tampoco fue prodigiosa, es vago. Vago por lejano y vago por perezoso. Las imágenes de la infancia se desdibujan a carboncillo. Y suelen ser recuerdos desganados. Hace unos días, uno muy vivo recorrió cuarenta años en un solo momento. Fue en la primera fábrica de Zafra. Un joven trabajador había fallecido en un trágico siniestro laboral (perdonen la redundancia de hablar de tragedia en un caso así). Nos enteramos, acudimos al lugar del accidente y di el pésame a los compañeros, duros sindicalistas, veteranos e inconsolables. La fundición sigue en pie y funcionando, frente a la fábrica. En los últimos años he visitado varias veces esas instalaciones, modernizadas, pero en ninguna de ellas tuve que revivir cierta "excursión" de finales de los sesenta. El maestro sacó a los niños del colegio para llevarnos en fila india a las puertas de la fundición, desde donde nos dejaron asomarnos para que conociéramos el color y el calor del metal cuando arde y se derrama. Durante mucho tiempo la imagen del infierno fue la de ese instante fugaz. Quizás, no sé, quisieron ilustrar con aquella extraña visita lo que podía esperarnos en su más allá. Sin necesidad de fotografías, recuperé esta visión la misma tarde de la tragedia. No creo en ese infierno.

26/6/11

La promoción

Había fantaseado con la idea de pertenecer a un grupo de antiguos alumnos del colegio. ¿Deseo o temor? Deseo y temor, a partes iguales. Hasta que un ex compañero me agregó a uno de estos grupos. Lo primero, un vistazo a las poco reveladoras fotografías; lo segundo, la magra información personal sobre el presente; lo tercero, los saludos breves de la bienvenida. Saludos que no han ido más allá de alguna anécdota olvidada, de los cálculos sobre el tiempo transcurrido desde la última vez y de los motes. Porque siete años de internado, a finales de los setenta, han dado para recordar los dos apellidos y el mote. No los nombres de pila, los menos utilizados entonces: o el alias o el apellido, con eso bastaba. Después de los saludos, las buenas intenciones. La primera, volver a reunirnos, organizar un encuentro. La cosa va despacio. Mis amigos de la adolescencia tardía no son muy de redes sociales y parece que el temor se impone al deseo. Promoción de 1980, se llama el grupo. De momento, una docena de compañeros, casi todos amigos de entonces (ninguna amiga: cuando llegaron las chicas yo había salido de allí –no he vuelto a entrar– para hacer el COU en el instituto de mi pueblo). ¿Y por qué ahora, sin coincidencia de aniversario? Las bodas de plata se celebraron hace seis años, para mí sin pena ni gloria. No fui. Quizás explique la iniciativa del reencuentro que la mayoría empezaremos a cumplir los 50 en los próximos meses. Se conoce que mirando atrás nos hemos buscado en la foto con uniforme infantil del colegio. Nadie cuenta su vida, pero esa foto guarda más memoria de cada uno que todos nuestros perfiles de facebook juntos.

[i.jfgras. Villafranca. 2011]

20/6/11

No la es

Esto no es un diario, pero ayer fue domingo y no escribí en el blog. Lo habitual es que lo haga: escribo los domingos porque me he acostumbrado, nada más. Ni me obligo ni acudo a ninguna cita. No lo hice, porque había previsto estar unos días alejado del ordenador. Relativamente desconectado, descansando todo un fin de semana anticipado (el primero después de aquella escapada de agosto). Digo relativamente: no veas cómo cuesta no echar una miradita de reojo al facebook, por lo que pueda pasaros, por lo que pueda pasar. Y pasó.

A eso de las cuatro de la tarde de ayer domingo, 19-J, me enteré de la noticia de que la decisión de Izquierda Unida de Extremadura ha sido abstenerse en la votación del candidato a la presidencia de la Junta. Por primera vez, el presidente del gobierno regional no será del PSOE: gobernará el PP, el Grupo con más diputados y diputadas en la Asamblea. Los muros de mis contactos en facebook fueron un hervidero, lo son todavía a esta hora con las reacciones a una decisión que bien pudo ser otra. ¿Estupor?, no, entraba dentro de lo previsible, aunque mucha gente confiábamos en que aún fuera posible un gobierno de izquierdas en Extremadura. ¿Rabia?, tampoco, los resultados electorales son los que son y el PP obtuvo 32 escaños, dos más que el PSOE y 29 más que IU (sí, 30 más tres sumarían 33). ¿Dolor?, dolor también, un poco, a qué negarlo. El principal argumento dado por IU es su "falta de confianza" en el PSOE..., ¿y les merecen más confianza quienes en una Asamblea con mayoría de izquierdas representan la antítesis de las políticas de izquierdas?

Iniciada la cascada de comentarios, el actual presidente en funciones, Guillermo Fernández Vara, tuiteó algo tan templado y coherente como que no se busque responsables fuera y que se respete la decisión de IU, es hora de trabajar duro en la oposición, de crear una nueva mayoría de progreso en Extremadura. No habló en caliente Guillermo de ganar las próximas elecciones, sino de construir, etc. Recordé, entre los muchos lemas que se corean en las calles estos días, uno –solamente uno– que no me gusta nada. Dice, escatológico: "PSOE, PP, la misma mierda es". No la es: no es que un partido sea más mierda que el otro, qué va. Ni uno ni otro son iguales ni son una mierda (por desgracia, será verdad que la percepción de algunas es ésa). Y por supuesto no lo es IU, ni más ni menos que nadie. También hice mi propio comentario en mi perfil de facebook, que explicaría por qué no caí en la tentación de escribir nada en el blog, ayer domingo: "sintiéndome dueño de mi silencio, lo seré de mis palabras". Así es y así seguirá siendo.

12/6/11

Alegrías

Una de las mayores alegrías del mundo es comenzar (la mayor, según la cita atribuida por Vila-Matas al escritor antifascista Ödön Von Horváth, que moriría por la caída de la rama de un árbol fulminado por un rayo en pleno centro de París en 1938). Sin llegar a esos extremos, porque llamarlo alegría sería decir mucho, empezar es emocionante. El primer día siempre es el primer día. Todo permanece, pero una nueva mirada lo hace diferente, la novedad embriaga y hasta puede producir vértigo. Como Sancho, "besando a vuestras mercedes los pies...", he dado un salto del gobierno local, una parte de mi vida en los últimos años. Y por unos instantes, la sensación y el sentimiento de cambio han invadido todo alrededor. Voy a aprovecharlo. Ricominciamo, cantaba un apasionado Adriano Pappalardo, con doble p: recomencemos.

8/6/11

No es un homenaje

No fue un homenaje, sino un acto de reconocimiento a dos personas amigas que dejan la política institucional después de años de servicio público a Zafra: Manuel García Pizarro y María del Carmen Rodríguez del Río. La asociación cultural Colectivo "Manuel J. Peláez" no quiso organizar un acto de homenaje, para que no pareciera lo que no es (una despedida). Ambos han decidido, por razones distintas, no continuar en el Ayuntamiento. No les dijimos adiós, solamente gracias. No es habitual expresar respeto por el papel de la política y por la mayoría de los políticos y las políticas. Todo lo contrario: sectores de la sociedad, de los medios de comunicación y de algunos partidos se empeñan en que el descreimiento se convierta en aversión, que la tan cacareada desafección desmovilice a quienes más necesitan de lo público, que el desprestigio de los políticos sea un arma de dominación en manos de los de siempre.

Manolo y Mª Carmen representan lo mejor de la política, pero no simplemente por su militancia socialista. Tampoco son una excepción en su compromiso, su talento y sus ganas, su honradez, su coherencia y su entrega: han hecho política con dignidad, como tantos otros, y se lo reconocemos. No tendremos a un compañero y una compañera iguales. Las circunstancias han provocado que uno y otra hayan asumido la alcaldía de Zafra en las últimas semanas, el uno de baja –por una enfermedad de la que se recupera– y la otra en funciones –en sustitución–. De la cuartilla que se repartió en el no-homenaje, copio esta cita del discurso de Sancho al abandonar la ínsula Barataria (muy oportuna para seguir aprendiendo con ellos):

Yo, señores, porque lo quiso así vuestra grandeza, sin ningún merecimiento mío, fui a gobernar vuestra ínsula Barataria, en la cual entré desnudo, y desnudo me hallo: ni pierdo ni gano. Si he gobernado bien o mal, testigos he tenido delante, que dirán lo que quisieren. (...) y, así, antes que diese conmigo al través el gobierno, he querido yo dar con el gobierno al través y ayer de mañana dejé la ínsula como la hallé: con las mismas calles, casas y tejados que tenía cuando entré en ella (...) aquí está vuestro gobernador Sancho Panza, que ha granjeado en solos diez días que ha tenido el gobierno a conocer que no se le ha de dar nada por ser gobernador, no que de una ínsula, sino de todo el mundo. Y con este presupuesto, besando a vuestras mercedes los pies, imitando al juego de los muchachos que dicen «Salta tú, y dámela tú», doy un salto del gobierno (...)

[jfgras. No-homenaje. 2011]

5/6/11

Siempre ahora

"And all is always now."

V

Las palabras se mueven, la música se mueve
Nada más en el tiempo; pero lo que sólo está vivo
Sólo puede morir. Termina el habla
Y vuelven al silencio las palabras.
Sólo mediante forma y estructura
Pueden llegar a la quietud la música o las palabras
Como un inmóvil jarrón chino
Se mueve perpetuamente en su quietud.
No la inmovilidad del violín mientras la nota dura,
No sólo eso sino la coexistencia,
O digamos que el fin precede al comienzo
Y que el fin y el comienzo estuvieron presentes
Antes del comienzo y después del fin.
Y todo es siempre ahora. (…)

"Cuatro Cuartetos"
(1943) es considerada la obra cumbre de Thomas Stearns Eliot, más conocido como T.S. Eliot, Nobel anglo-estadounidense de Literatura en 1948. Este fragmento del primer poema largo del libro (traducido por José Emilio Pacheco) incluye un verso magistral que he visto citado o versionado tres veces en una semana. No sucede todos los días con los versos. ¿Casualidad? Y todo es siempre ahora.

1/6/11

Leonard

Hace pocos años, Leonard Cohen fue traicionado por su representante, que le abandonó después de haberle birlado los ahorros de toda una vida. Hoy ha conseguido el Premio Príncipe de Asturias de las Letras. De las letras, no de las artes. Leonard es cantautor y es escritor, ha publicado un par de novelas y numerosos poemarios. Igual canta a Federico García Lorca que susurra como los ángeles Dance me to the end of love (y de verdad que dan ganas de bailar hasta que el amor se acabe).

He buscado versos suyos y algunos merecerían ser recitados estos días en las plazas: Cada hombre/ tiene una manera de traicionar/ a la revolución./ Ésta es la mía. Tiene un
poema de 1962 titulado "Retrato del Ayuntamiento" y que traigo aquí para desmentir que sean malos tiempos para la lírica:

Los diamantes de la culpa
Los papiros de la culpa
Los pilares de la culpa
Los colores de la culpa
Las banderas de la culpa
Las gárgolas de la culpa
Las espinas de la culpa
Escuchad, dice el alcalde, escuchad a las avecillas de los bosques
Cantan como hombres encadenados


Por las venas de Rufus Wainwright también corre sangre canadiense, como por las de Cohen. Rufus versiona de maravilla su Hallelujah: Pero realmente no te gusta la música, ¿verdad?