26/3/12

Sostiene Tabucchi

Entre los borrones que uno echa en facebook, escribí: "tal día como hoy hace 26 años paramos un autobús camino de Cazorla para ver de madrugada el paso del cometa Halley: a la misma hora estaba naciendo mi sobrino el mayor, que no podrá reencontrarse con el Halley hasta 2062". Buenos amigos comentaron aquel recuerdo, compartido con algunos, y reflexionamos juntos sobre el peso del pasado. Respondí a uno de ellos: "hablamos con la nostalgia justa del pasado, vivimos el presente (o al menos seguimos intentándolo) y nos vamos a comer con patatas el futuro, ¿o qué?". Tengo que admitir que mi intención con esto último era zanjar el asunto del tiempo perdido, por la vía de darnos ánimos facilones.

He vuelto a ello después del fallecimiento ayer en Lisboa de Antonio Tabucchi, autor de "Sostiene Pereira" (1994). Sostiene Tabucchi que "Vivimos el presente absoluto". Éste es el título de una entrevista con el escritor, italiano apasionado por Portugal, de hace un par de años. Su respuesta, entonces, fue: "En este momento estamos viviendo un presente absoluto, eterno, y en este presente no veo mucha luz". Un presente absoluto, vivimos un presente absoluto, eterno. Un presente, el presente, en el que la luz parece brillar poco. O muy de vez en cuando, como el cometa Halley.

"Sin embargo sentía una gran nostalgia, de qué no podría decirlo, pero era una gran nostalgia de una vida pasada y de una vida futura, sostiene Pereira", sostiene Tabucchi.


19/3/12

La Pepa

Recordamos que hace dos siglos hoy, día de san José, el pueblo saludó alborozado la primera Constitución al grito de ¡Viva la Pepa! Las granadas francesas que caían sobre Cádiz inspiraban, en medio del sufrimiento, estos tanguillos: Con las bombas que tiran/ los fanfarrones/ se hacen las gaditanas/ tirabuzones. Literalmente, la metralla incandescente del ejército que sitiaba la ciudad servía como bigudíes para que las mujeres se rizaran el cabello. Este 19 de marzo de 2012, sin cañones ni gracia en los cantes, cuentan las crónicas que las celebraciones institucionales están dejando mucho que desear. Bastante palabrería y escaso alborozo. Tampoco la Constitución de 1812 trajo muchos cambios efectivos. Pero esta tarde la hemos conmemorado. Casi en familia, un grupito de gente nos hemos reunido en torno al monumento en homenaje a los liberales, levantado en Zafra por el Colectivo Manuel J. Peláez en el otro bicentenario de las Cortes de Cádiz: el de su apertura. Se han leído artículos de La Pepa, unos utópicos y otros modernos o trasnochados. El 13 sigue siendo el más celebrado. El objeto del Gobierno es la felicidad de la Nación, puesto que el fin de toda sociedad política no es otro que el bienestar de los individuos que la componen. ¿Felicidad y política?, sí, si el fin es el bienestar. Felicidad sin bienestar no es posible. Menos estado de bienestar y menos política, como pretenden actuales contrarreformistas (fanfarrones), no es admisible. ¿Viva la Pepa?

14/3/12

Dylan

"De Nashville Skyline (1969) recuerdo la sensación de libertad, de placidez, de alegría, unida a la alegría misma del viaje. Para mí, el centro de ese disco es Lay Lady Lay. No paraba de escucharlo." Suscribo cada palabra (coincido con ellas, para decirlo con propiedad). El crítico literario Marcos Ordóñez habla de Dylan con Enrique Vila-Matas, de quien acaba de publicarse su último libro, de título "Aire de Dylan". No lo he leído, todavía no. Pero sí he escuchado, cientos de veces, esa grabación que conservo, a saber dónde, en su casete. El centro es Lay Lady Lay. Y su periferia más rural Girl from the north country, cantada a dúo con Johnny Cash, "un señor muy de derechas" ya fallecido. Cuenta V-M en la citada conversación que cuando un guitarrista de la banda le pregunta “¿Por qué cambiamos las canciones cada noche?” Dylan contesta: “¿A ti te gusta que cada día sea igual?”. ¿A ti te gusta que cada libro sea igual?, ¿a quién que cada día sea igual? Ya digo que no he leído el libro, pero sospecho –sé– que Vila-Matas también cambia: cada libro, cada día.

11/3/12

11 de marzo

Amaneció una mañana que anticipaba las lluvias que trae la primavera. Jueves. La fecha estaba reservada entonces para tres recuerdos personales. El de un cercano cumpleaños. El de los asuntos propios de la antevíspera de una boda muy especial. El de la operación del amigo enfermo. Con el paso del tiempo sabríamos también que ese fue el día del diagnóstico, fatal. Todo, casi todo lo sabríamos mucho más tarde. A esa hora mi atención seguía pendiente de un quirófano remoto, de un par de preparativos ordinarios para la ceremonia, de la felicitación de cada año. Alguien dio la noticia mientras trabajaba distraído, pusimos la radio. Una docena de muertos en Madrid. ¿Atentado terrorista o accidente? Al instante me llamó un antiguo compañero y comentamos la primera información. Las muertes iban en aumento, igual que la incertidumbre. Me acuerdo de que llovía, no de si llegué a hacer las tareas previstas. Durante los tres días siguientes al 11 de marzo de 2004 sucedió lo que compartimos como experiencia común y lo que continuamos viviendo, individualmente. El jueves por la tarde mi amigo Manolo despertó de la anestesia, el viernes hubo manifestación (unitaria, ventosa y en silencio), se celebró el sábado la boda y fuimos a votar el domingo. Ocho años después del primer 11-M, mi historia –aquella historia– es la de las vivencias personales y una memoria colectiva: hoy, contra el escarnio de quienes con sus mentiras afrentan a las víctimas, la dignidad encarnada por Pilar Manjón.

4/3/12

Siempre me matan

Conocemos el resultado de la votación y el argumentario que utilizarán para rechazarla, pero deseamos debatir sobre ella. Presentamos una moción contra la Reforma Laboral impuesta por el Gobierno de España y a favor del empleo y los servicios públicos. Nos acompaña Daniel Viglietti cantando el poema de Nicolás Guillén: Me matan si no trabajo y si trabajo me matan..., siempre me matan. Proponemos la retirada del Real Decreto-Ley 3/2012, de 10 de febrero, de medidas urgentes para la reforma del mercado laboral, porque en el caso de que sea aprobado por las Cortes Generales acarreará consecuencias muy negativas sobre los derechos de las trabajadoras y los trabajadores: la reforma pretende que el despido sea la opción para que las empresas mejoren su competitividad, significa un retroceso de derechos que costaron décadas conseguir y anula la capacidad de negociación de los agentes sociales. La reforma laboral "no va a resolver la grave crisis que sufre la economía española y no va a rebajar la alta tasa de paro existente; lo que sí va a suponer es una degradación de las condiciones de trabajo, un empobrecimiento de la población y un ataque a la cohesión social". Así lo creemos. Nos gustaría que el Pleno del Ayuntamiento de Zafra exprese la necesidad de que las administraciones fortalezcan las políticas de empleo y garanticen los derechos sociales a través de los servicios públicos. Nos gustaría que nuestro Ayuntamiento se manifestara contra la Reforma Laboral y lo que ésta representa. Pero no siendo previsible que esto ocurra –que la moción sea aprobada, porque el Grupo Popular cuenta de amplia mayoría en el Pleno–, buscamos un debate. Nos dirán que no procede hablar de estos temas en un Ayuntamiento (¿dónde, si no?), que la reforma es beneficiosa (¿para quiénes?), que el PSOE lo hizo peor y es el causante de los males que nos acechan. Nos dirán lo que nos dicen: además, oportunistas o irresponsables. Hemos presentado esta moción, ¿siempre me matan?, porque si perdemos la perspectiva de nuestro papel como oposición estaremos debilitando un poco más la democracia.