Nada es lo que parece. Lo hablaba hace un rato con un amigo: nada es lo que parece. ¿Nada? Nada, salvo algunos silencios y lo que definitivamente callamos. Estando expuestos a tantas amenazas, la palabrería, una más, pasa por ser molestia menor. Pero la palabrería es un arma poderosa. Si distorsiona la realidad, lo que no hará con la verdad. Puede llegar a destrozarla. Combatirla no es hacer oídos sordos. Combatir la palabrería y sus efectos es callar. O esperar a romper el silencio cuando el ruido haya cesado. Todo tendrá otra apariencia. Seguiremos sin saber si las palabras que no fueron dichas se han ido. No sabemos si las palabras que no decimos se van. ¿Y adónde van?
10/12/10
Adónde van
Nada es lo que parece. Lo hablaba hace un rato con un amigo: nada es lo que parece. ¿Nada? Nada, salvo algunos silencios y lo que definitivamente callamos. Estando expuestos a tantas amenazas, la palabrería, una más, pasa por ser molestia menor. Pero la palabrería es un arma poderosa. Si distorsiona la realidad, lo que no hará con la verdad. Puede llegar a destrozarla. Combatirla no es hacer oídos sordos. Combatir la palabrería y sus efectos es callar. O esperar a romper el silencio cuando el ruido haya cesado. Todo tendrá otra apariencia. Seguiremos sin saber si las palabras que no fueron dichas se han ido. No sabemos si las palabras que no decimos se van. ¿Y adónde van?
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SILVIO LLEVA RAZON, LA RATITA PRESUMIDA TAMBIEN.
ResponderEliminarES MEJOR CALLAR.
Son muchos los mitos del deporte que están cayendo pero no callando.
ResponderEliminarChao