3/3/10

No sabía nada de barcos

Llega a mis manos, no por casualidad, un artículo de opinión que bajo el sugestivo título “El concejal que inspeccionaba barcos” firmaron Manuel Zafra y Albert Calderó en EL PAÍS el 24 de febrero de 2003. Reflexionan “sobre el caso del ex concejal de Urbanismo de Banyoles…, condenado a dos años y medio de cárcel por el naufragio de un barco turístico en el lago gerundés, que causó la muerte a 21 turistas franceses”.

El recuerdo de la imagen de algunas de esas personas después del desgraciado accidente se impone ahora a la del concejal, condenado porque el barco incumplía “ciertos requisitos técnicos o administrativos”. El concejal estampó su firma donde debía haberlo hecho un funcionario o funcionaria y por tomar una decisión, no política, sino reglada, administrativa o técnica y –continúa el artículo– “es inocente, pero el juez tiene razón al condenarlo”. Los autores, politólogo y abogado, opinan que “la responsabilidad debería recaer en las instituciones responsables de la formación de los políticos locales”. La gran responsabilidad es la formación.

¿Es indudable?, los concejales y las concejalas, las alcaldesas y los alcaldes, necesitamos formarnos. También formarnos, no para gestionar más o para oponernos mejor, no para suplir la función de quienes trabajan como profesionales en la administración local. Necesitamos aprender, más y mejor, a tomar decisiones políticas. Lo necesitamos, imperiosamente, porque se recortan las distancias entre administración y ciudadanía, porque es tiempo de incertidumbres, de oportunidades, de que demos a la calidad el valor que dimos a la cantidad.

El artículo sobre el concejal condenado por la inspección de un barco se cierra con esta conclusión: “Instruir a un político no significa capacitarlo para que ejerza de técnico. Enseñar a un político local su función es enseñarle a gobernar”. En fin, “la democracia es un régimen donde gente no experta dirige políticamente a gente experta”. Al menos desde una posición de izquierdas, se trata de construir otro modelo de lo que hemos dado en llamar gobernanza. Porque la democracia es y será en el futuro participativa: importará más el cómo que el qué y habrá que seguir aprendiendo.

[L'Estany de Banyoles]

4 comentarios:

  1. Seguir aprendiendo, ¡qué buen lema para una campaña electoral!.
    Hay que seguir aprendiendo para que nuestras entidades locales puedan funcionar mejor y, según está el patio, también hay que aprender a "desaprender", que no todo lo que sabemos tiene validez.

    ResponderEliminar
  2. FORMARSE pero no para saber tanto o más que l@s funcionari@s sino para desaprender y aprender a ser mejores gobernantes en los nuevos tiempos que corren

    ResponderEliminar
  3. Gracias, Eva, por el artículo. Hay lecturas que llegan en el momento justo.

    Me gusta la idea de formarnos en lo que es nuestra responsabilidad (sea la que sea), de hacer (y hacer-se) más pedagogía política: polític+s incluso locales, pero también emplead+s públic+s y por supuesto ciudadan+s.

    Tod+s tenemos que (des)aprender. Y si alguien tiene la tentación de preguntar cómo se hace eso, que tire la primera piedra.

    ResponderEliminar
  4. Bien!!!
    Tod+s a aprender!!!
    Educación para la Ciudadanía, de los 3 a los 90 años!!!
    Y viva la participaSión!!!

    ResponderEliminar