
En la primera novela que don Enrique publica en Seix Barral, el protagonista es Samuel Riba, un editor literario que a la edad de sesenta años decide –en palabras del entrañable Garriga Vela, premio de narrativa Dulce Chacón por “Pacífico”– “acudir al Bloomsday con el fin de celebrar el Ulises y el paso de la constelación Gutenberg a la era digital”. Otra era, la digital, con sus blogs y sus bartlebys, su tiempo y sus distancias. Ese protagonista, también según Vila-Matas, no es Jorge Herralde, editor de Anagrama, donde habían visto la luz muchos de sus libros. ¿No lo es? Para Juan Cruz, que ha entrevistado a Vila-Matas en Babelia, el Dublín de Joyce es aquí “una metáfora de silencio, misterio y (buena) literatura”. ¿Cómo aúna silencio y misterio una novela de cuyo personaje principal se lee en la página 12 que “tiene una notable tendencia a leer su vida como un texto literario”? Pasen y lean, Enrique Vila-Matas.
[Enrique Vila-Matas visto por Loredano en EL PAÍS]
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