Ojalá fuera tan fácil acabar con los malos humos como con el consumo de tabaco en los espacios cerrados. Claro que la prohibición de fruncir el ceño o hacer la puñeta al prójimo provocaría el efecto contrario: más malos humos. Se prohíbe el cante y la blasfemia, rezaban algunos avisos en las antiguas tabernas. Ahora queda prohibido por ley fumar en ellas. La justificación tiene que ver con la salud pública y lo que pasaba con el cante y la blasfemia era una cuestión de orden público. Salud y orden. Cante pero donde nadie le oiga, blasfeme pero para sus adentros, fume si le da la gana pero no aquí: oréese o no salga de su baño o su coche. Mucha de la gente que se opone a la medida, porque dicen que la prohibición atenta contra sus derechos individuales, es la misma que si pudiera (o cuando pueda) derogaría derechos colectivos, tan ricamente. Un asador ha llegado a declarar su insumisión a la voz de ¡Viva el tabaco! ¡Viva España! Hace años que dejó de estar permitido fumar en los lugares de trabajo y nadie monta el pollo, no hay enfrentamientos con el capataz o la jefa: echar el cigarrito fuera es un descanso. A lo largo de la vida vemos cómo desaparecen unos malos humos y cómo permanecen otros, más adictivos que la nicotina. Y es que de vez en cuando vuelve, en realidad asoma, el clan del oso tabernario, dicho con el mayor de los respetos a las tabernas que frecuento y al gremio de taberneros.
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Las prohibiciones de antes, no solo las del cante y la blasfemia, tambien las del derecho a reunirse, a manifestarse etc.etc., no tenian importancia, las promulgaba un dictador que supo imponer su ley al mismo tiempo que fabricaba muchos dictadores para la posteridad.
ResponderEliminarEsta ley, que defiende la salud publica, incluso la de los no fumadores, esta promulgada por un gobierno democratico y es aceptada por la mayoria de los fumadores y de los no fumadores.
Pero lamentablemente todavía quedan algunos personajes de la etapa afortunadamente pasada que no estan en contra de la propia ley, lo que les sucede y les molesta, es que quien se preocupa por la salud de todos, sea un gobierno democratito con filosofia socialista.
Esa es la cuestion, luego estan las formas que siempre han carazterizado a estos personajes descendientes del dictador.
Esta mañana visité un bar de nuestra ciudad y,hasta yo que soy fumador, pude disfrutar del ambiente saludable y sin humos del local, pero hete aquí, que ha aparecido en esos espacios otra contaminación consecuencia de la prohibición: la contaminación decibélica; ésta está causada, principalmente, por la invasión de esos lugares destinados a las personas mayores por una plaga de niños que deambulan por todo el local gritando, llorando, moviendo las sillas, vertiendo las copas de cerveza de los veladores... y, en definitiva, molestando a los mayores que estamos tan tranquilamente con nuestros amigos.
ResponderEliminarCreo que no es un lugar para ellos (imitarán la conducta de la bebida, que también es perniciosa para su futuro). Por tanto yo pediría que también se prohiba su entrada en estos lugares a estos infantes y que sus papás lo lleven a lugares más apropiados para ellos, como plazas, parques infantiles etc, donde también respirarán aire limpio y nos nos darían la tabarra.
...Puestos a prohibir...
Salud.
Es evidente, en mi opinión, que tenemos un problema (también de comprensión) con lo de los derechos y los deberes. Queremos todos los derechos, pero ninguno de los deberes.
ResponderEliminarCreo que este es otro ejemplo de la "sociedad maleducada" en la que vivimos. ¡Y luego dicen que la Educación para la Ciudadanía no es necesaria! ¡Carnét por puntos de ciudadanía!
Gracias Fernando de la Riva por tu opinión, eres de los únicos que han emitido un juicio equilibrado sobre el tema, los demás NO FUMADORES que se han manifestado sobre este asunto en otros blogs -tan democráticos ellos- se han comportado como perfectos Talibanes (léase el blog de "el coro de los grillos"), por poner un ejemplo.
ResponderEliminarSalud.
Si yo tengo un local y digo claramente en la puerta que en este local se fuma, que por tanto se puede percibir humo y que este no es bueno para nadie ¿porque no se me permite abrir?; nadie va engañado, nadie va forzado... Una doble moral se gasta el Gobierno, cuando por un lado prohíbe fumar en determinados sitios y, sin embargo, vuelve a aumentar los puntos de venta de tan dañino producto.
ResponderEliminarTal vez eso pudiera llamarse ¿hipocresia? o simplemente maniobra de distracción, ante su claudicación ante el capital, esos detalles de alargar la edad de jubilación, prestaciones sociales, aumento de impuestos igual para el que gana 1000 que para el que gana 67890655467889 euros, muy "progresista y muy de izquierdas".
También debiéramos de tener una pagina "gueb" para denunciar posibles corrupciones, digo yo, que creo que eso preocupaba más a la ciudadanía que el tabaco ¿o no?...
La urbanidad de antaño era más efectiva que la educación de hoy. No se les puede acotar a los niños los espacios.
ResponderEliminarsocialmente, es lastimoso que para regular la convivencia haya que recurrir a prohibiciones, pero hay leyes que ayudan a entender que derechos y deberes deben ser respetados por igual (el legislador ha legislado en favor de la ciudadanía, a la que tantas veces nos falta educación o urbanidad), y sobre los malos humos ya he escrito que -incluso para quienes no fumamos- los más fastidiosos no son los del tabaco: emitir una opinión, aunque se discrepe de ella, no es talibanismo
ResponderEliminarSr. José F. Gras, cuando digo "talibanismo" créame que he utilizado la palabra justa. La inmensa mayoría de los no fumadores -sobretodo los que han sido fumadores- están radiantes de que los que somos nos fastidiemos con esta prohibición. Es ansurdo, he detestado una especie de forofismo parecido a los del fútbol o al de la política.
ResponderEliminarYo, sinceramente, a esta actitud no le llamo "opinión".
Salud.
Sr. Anónimo, ya le dije en mi blog: ”4.- ¿Yo talibán? Pues no señor, de volver a la fe tenga usted claro que volvería a la fe verdadera, no a la del profeta”. Se lo repito aquí ya que insiste en el tema.
ResponderEliminarPD: ¡Ah! Se me olvidaba, despide su escrito con “Salud”. Pues eso, salud es lo que vamos a ganar todos, usted incluido, con esta ley. Salud-os.