En el blanco y negro de aquellas televisiones, la nota de color era aún más inexplicable. Uno de los primeros recuerdos políticos de mi generación, allá por 1975, es la Marcha Verde: el rey Hassan II hizo marchar a civiles y militares marroquíes sobre el Sahara Occidental, hasta entonces territorio español. En ese mismo mes de noviembre moriría Franco (los dictadores se aprovechan incluso de los dictadores). Naciones Unidas había planeado el reconocimiento del derecho de autodeterminación del pueblo saharaui y el régimen franquista, también agonizante, acabó por ceder la administración de la provincia a Mauritania y Marruecos. Desde su anexión por Marruecos, el Frente Polisario reivindica la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) en el territorio de la antigua colonia española y anterior protectorado francés.
El pueblo saharaui, discriminado en su propia tierra, sobrevive en condiciones de extrema dureza. 35 años después de los Acuerdos de Madrid, un gran campamento de protesta civil a las afueras de El Aaiún ha sido desmantelado esta semana por militares y policías de Marruecos, que han extendido la represión por la ciudad. Las versiones marroquí y saharaui sobre lo sucedido son claramente contradictorias, pero las imágenes que han escapado a la censura no dejan lugar a dudas sobre la violencia empleada por las fuerzas de Mohamed VI. Sin libertad de prensa, se desconoce el número de víctimas, muertos y detenidos.
A los gobiernos y partidos españoles y franceses es exigible una mayor responsabilidad que a los del resto de Europa. Y están anteponiendo los intereses políticos o estratégicos con Marruecos a la condena de los ataques sufridos por los hombres y las mujeres del Sahara. Calificada por algunos medios de farisaica (fariseos, como los herederos del franquismo que abandonó la colonia a su suerte y hoy abrazan oportunistas la causa saharaui), la diplomacia parece ver lo que los comunes de los mortales no vemos. O vemos: exportaciones, energía, frontera, pateras..., y nos siguen pareciendo razones menos poderosas que la solidaridad y la defensa activa de los derechos humanos, en Marruecos y en el Sahara.
Bonito artículo, muy valeroso por tu parte dadas las "circunstancias". Te honra. Saludos.
ResponderEliminargracias, no hay nada de valentía: he escrito lo que pienso (reconociendo la cuota de mala conciencia que me corresponde), saludos
ResponderEliminar¿Por qué el Gobierno Español tiene esa postura tan pasiva e indolente con esta provincia española, hasta 1975?
ResponderEliminar¿De qué sirvió que 24 compañeros mios dieran su vida en Junio de l958 en Sidi Ifni defendiendo la bandera de Espeña y de la Cia Soria Nueve?
Otro interesante post sobre el mismo tema
ResponderEliminarhttp://elcuadernodeguillermo.blogspot.com/2010/11/tolerancia-o-intolerancia.html