15/5/11

Una vida ancha

Una forma de no resignarse es garantizar derechos.

Con algo de retraso el Gobierno ha aprobado (sin agitar) el anteproyecto de Ley de Cuidados Paliativos y Muerte Digna, que "no despenaliza ni la eutanasia ni el suicidio asistido". Lo que hace es "asegurar que la intervención sobre el paciente evite el ensañamiento terapéutico y el sufrimiento innecesario". Para la Asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD), la ley consagrará los derechos a renunciar a un tratamiento médico y al uso de sedaciones terminales, aun a costa de acortar la agonía y acelerar la muerte. Desde el ámbito sanitario se destaca que el cumplimiento de la voluntad del paciente "eximirá al médico de cualquier exigencia de responsabilidad" por sus actuaciones. La Ley regulará los derechos de las personas ante el proceso final de la vida. O sea, la muerte digna será un derecho garantizado para todas las personas, no una opción asistencial. Sin embargo, no todos lo ven así: una exministra de Sanidad se ha apresurado a afirmar que "lo que los españoles necesitan no es una muerte digna", sino tener "una vida digna hasta el final de sus días". Bastaría, dice, con disponer de una "cartera de cuidados paliativos" (de momento, el PP no ha puesto precio a esa "cartera").

¿Que no necesitamos una muerte digna? Es un derecho, la necesitamos. Tanto como una vida ancha.

2 comentarios:

  1. He leido que la extrema derecha llama agitador al Gobierno por aprobar la Ley. Lo que hay que ver..

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  2. DIOS, nos dá la vidad con dignidad, creo sin dudas que a El le agradaría que correspondieramos de la misma manera al regalo que nos hizo cuando nacimos.

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