Teresa Jiménez es un ejemplo de mujer trabajadora que ha muerto como vivió: luchando y con una sonrisa. El 14 de marzo de 2007 recibió un homenaje público en el que fue leído el texto que reproduzco abajo. "Teresa es hoy motivo de homenaje, por mujer y por trabajadora.
Como tantas mujeres, Teresa ha vivido su vida hablando con su trabajo silencioso.
Pero no lo ha hecho de manera anónima.
Teresa ha estado presente en la vida de Zafra durante más de medio siglo.
Su presencia rotunda y acogedora entre nosotras ha venido de la mano de su trabajo y, cómo no, de su amor a su familia.
Su sabiduría, su fortaleza mayor que su sufrimiento, han creado escuela.
Desde la cocina de Los Rosales, su bar en la Plaza Nueva, Teresa supo transmitir respeto y ganarse el cariño de todos.
Sus hijas, Fina y Reme, han aprendido de ella mucho más que su oficio, tan normal en Zafra y tan extraño para pueblos donde la tolerancia es mucho menor.
En gran medida, porque estos pueblos tuvieron la desgracia de no conocer a alguien como Teresa.
Teresa es gitana.
Pocas personas como Teresa nos han educado como ella en algo fundamental para una sociedad moderna: las relaciones de buena vecindad, la convivencia.
En unos tiempos en los que ser diferente no ayuda a compartir ciudadanía, Teresa mantiene los positivos valores de su cultura.
Y lo hace como siempre ha vivido: con la dignidad de quien siempre luchó y siempre quiso disfrutar de las cosas esenciales de la vida.
Mujer trabajadora, rendimos homenaje en la persona de Teresa a todas las mujeres dignas y fuertes de Zafra.
A todas las mujeres."
Los Rosales, Teresa. Descanse en paz.
[Cedida: Los Rosales, Plaza Nueva o Plaza de España, Zafra a mediados del siglo XX]