25/9/09

Todo se transforma

No sé si todo se transforma”, lo que no creo es que cada uno dé lo que recibe. Aunque ésta no es la cuestión. Me encanta la canción de Jorge Drexler, como muchas suyas un punto surrealista, onírica y delirante. Tu boca roja, un euro italiano, sandalias planas… La interpreté más de una vez el verano pasado, flanqueado en el asiento trasero del coche por un par de sobrinos. Uno tocaba la guitarra y el otro la batería. Los tres cantábamos lo que nos venía en gana, hasta que nos aprendimos el estribillo (bueno, el chico no). Alucinaban, así que en cuanto subían y les ponía el cinturón de seguridad tenía que sonar el corte 13 del CD que alguien me había regalado: cada uno da lo que recibe/ luego recibe lo que da/ nada es más simple/ no hay otra norma/ nada se pierde/ todo se transforma. Nadie negará que es una letra con mensaje: cuestionable, pero intencionado. Si acaso, puedo estar de acuerdo con el último verso. El mayor me preguntó por aquello y se tiró algunos ratos del verano soportando mis poco convincentes explicaciones sobre dar y recibir. Hace cuatro días, va y me dice: "ya sé por qué me gustaba la canción…, ¡sale en un anuncio!".

4 comentarios:

  1. Me encanta esta canción, ese ritmo que te hace repetir el estribillo melodiosamente en la cabeza, y es que es verdad, de una manera u otra, todo permanece, todo se transforma para seguir existiendo de algún modo.
    Un abrazo.

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  2. un acierto el de la ONCE, aunque en el anuncio se comen los versos centrales del estribillo (y muy buen gusto el de mis sobrinos), un abrazo

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  3. A mi también me gusta mucho la canción, y tengo con ella una historia personal muy tierna, pues me recuerda mucho a mi madre en sus últimos años.
    Algún día discutiremos (¿en Zafra?) si es verdad eso de que "cada uno da lo que recibe y luego recibe lo que da".
    Me gusta creer que si.
    Un abrazo.

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  4. a mí también, a mí también..., imagina a Pablo brincando y haciendo como que tararea, a Luis cantando con mucho empeño (y un torrente de voz, francamente lamentable) y a su tía dirigiendo el cotarro mientras yo les perpetro los coros, en fin, más momentos para recordar, pronto :)

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