7/5/09

Dulce

Casaré a Amanda y a Abel, hijo mayor de mi amiga María José y de mi amigo Antonio. Antonio, con quien tanto quería, descansa en paz hace doce años.

En la celebración leeré un poema de Dulce Chacón, escritora que con su vida y con su obra luchó por la igualdad y la dignidad de las personas y los pueblos:

Siempre hay tiempo para un sueño.
Siempre es tiempo de dejarse llevar por una pasión que nos arrastre hacia el deseo.
Siempre es posible encontrar la fuerza necesaria para alzar el vuelo y dirigirse hacia lo alto.
Y es allí, y sólo allí, en la altura, donde podemos desplegar nuestras alas en toda su extensión.
Sólo allí, en lo más alto de nosotros mismos, en lo más profundo de nuestras inquietudes, podremos separar los brazos y volar.


No sé si es el texto más apropiado para una boda. En la de Abel y Amanda tampoco será el único, aunque sí singular, tan especial como la ocasión.

Leo este poema, “La construcción de un sueño”, siempre que caso. Y tres artículos del Código Civil.


7 comentarios:

  1. ¿Antonio "el Chinche"? ¿12 años ya?
    Cómo pasa el tiempo!
    Me hubiera gustado que me casaras tu.
    El poema es precioso, y sirve para bodas, bautizos, comuniones, y para toda ocasión, para la vida misma.
    Besotes

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  2. Mucho mejor ese texto que el "Te la entrego como compañera y no como esclava" que le dijo el cura a mi santo cuando nos casamos.

    Besos y suerte para los novios

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  3. 12 años, Fernando, y parece que fue ayer, no respondo de mí mañana (tranquis, sé que los novios no leerán mi blog),

    casando, Hitos, me quito la espina de mi boda: la jueza (Zafra, 26.10.90: igual ella sí me lee) ni nos miró y despachó aquel "engorroso trámite" en menos de un minuto,

    hay pocos desprecios mayores que no merecer la consideración de ciudadan+ ¡en tu propia boda!,

    eso sí, comimos y seguimos comiendo perdices...

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  4. Me encanta el poema que has seleccionado, qué buena Dulce! Además de hacer emotivo el acto, haces patria y en conjunto es una ocasión estupenda, que lo pases bien!

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  5. lo pasamos bien, sí, y me emocioné más de lo que la familia de la novia podía considerar normal... y después nos reímos como en casi todas las bodas, estaba cantado: no recordar a Antonio habría sido como no casar a un hijo suyo, gracias

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  6. A la ristra de palabras adormideras que nos soltó el prelado en nuestra boda (nos cortó bastante el buen rollito) le siguió la ristra de fotos y de momentos estelares que, como era norma de la casa, iba dejando el Chinche, invitado imprescindible y principal, en nuestras bodas, vidas y recuerdos.

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  7. El Ayuntamiento de Sevilla ha dado el nombre de Dulce Chacón a una de las calles de la ciudad, según podemos leer hoy en El Correo de Andalucía: "Por vía de urgencia, y en base a criterios estrictamente técnicos, se aprobó con posterioridad el cambio de nombre de la calle General Orgaz, que ha pasado a llamarse Dulce Chacón, en recuerdo de la fallecida escritora extremeña". Creo que es una buena noticia para los zafrenses. Saludos.

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