11/7/10

Superstición

Me han sugerido que aligere el contenido de este blog. Me lo han dicho con respeto, como se deben pedir las cosas. Me han convencido. Iba a escribir de las emociones exaltadas o del patrioterismo facilón, tanto da. No, ya he leído sobre ello y quizás fueran temas poco refrescantes. Supersticiones. En Facebook anoté hace un par de días que soy arrastrado al abismo de las pequeñas supersticiones. Como cualquier hijo de vecino, añadía. Como cualquier hijo de vecino, me he dejado tentar por supersticiones domésticas, de las de andar por casa. Y he sucumbido a algunas. Eran intrascendentes, ni permanecen ni importan a nadie. Pasan inadvertidas, como la mayoría de la ropa interior. Hay gente, inocentes, que las confiesa: no me cambio el jersey cuando gano, piso el césped con el mismo pie, llego a la hora de siempre, toco los tres palos con los guantes, quiero creer en las predicciones del bicho tal o cual (sí, es un animal, ¿y qué?)… Sin embargo, lo que en estos días se orea en los balcones o por las calles tiene un punto de superstición, a la vista del mundo. Son las telas de colores que simbolizan cierto tipo de unidad, una u otra o las dos. Me identifico con el símbolo, hasta soy capaz de identificarme con más de un símbolo. Pero asusta que se pueda volver más poderoso que lo que representa. Porque el símbolo también enfrenta emociones, incluso las que abundan en fechas de exaltación patria. No hago bandera de casi nada. Ni sé si esta entrada ha sido suficientemente ligera. Es verano, será un gran día. Y no he escrito sobre fútbol.

4 comentarios:

  1. Nuestro amigo Nacho nos descubre la palabra TREZIDAVOMARTIOFOBIA dedicada a los supersticiosos al Martes y 13

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  2. No sé si será o no cuestión de superstición, pero de momento han dado colorido a unas calles tristes con gente alicaída por la realidad actual. No hay que hablar de fútbol pero el deporte ha unido lo que otras cosas no consiguen coser y mira que se ha demostrado veces que la unión hace la fuerza. Somos así de tozudos, porque cuando dejen de vestir las calles, la rutina se volverá a imponer en muchas vidas aunque las cosas pueda que nos sean iguales, ¿quién sabe?

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  3. es cierto, las banderas reflejan una identidad colectiva y durante unos días el fútbol ha sido pretexto para hacerlo en positivo, a veces ondearlas es una forma de superstición (como los vaticinios del pulpo, oráculo en estado puro...), no, todavía no soy trezidavomartiófobo ;)

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  4. A mi España en el Mundial me ha cargado las pilas.No soy solo yo. Tod@s necesitamos darnos una alegría

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