25/4/10

El tiempo gestionado

El tiempo que hace y el tiempo que pasa ocupan parte de nuestro tiempo de charla insulsa (en su versión meteorológica) o de reflexión melancólica (al estilo de nos vamos poniendo viejos). Si el tiempo fuera una pista para pasear por este blog, no daría ninguna: casi todo él está recorrido por tiempo, cada día y cada año. No obstante, dicen que el tiempo (T) se gestiona.

Cuando Fernando Trías de Bes publicó “El vendedor de Tiempo” (Ediciones Urano, 2005), nadie vaticinaba la recesión que se nos venía encima. Nadie, tampoco el autor, que escribía en su epílogo: “la fiebre del oro no ha desaparecido aún: el crack del 29, las crisis financieras del sudeste asiático, Lationoamérica, la debacle de las punto.com y, ahora, el tiempo”. El libro de Trías de Bes estuvo inspirado por las declaraciones escuchadas a Rosa Regás cuando ganó el Planeta. Rosa dijo: “Gracias por este premio. Con este dinero podré comprar algo que no se vende: tiempo”. Para ganar tiempo, se gestiona. Hay consejos y herramientas, cursos y libros que ayudan, presuntamente, a comprar eso que no se vende. Entre los primeros, un decálogo que me envían con la intención de que cavile sobre cómo administrar el tiempo y que se cierra con una paradójica referencia al espacio: “Mantén los ojos abiertos para encontrar atajos”.

Pero mi tiempo es mío y escaso y no lo pierdo así como así. He recordado una entrada sobre el tema que me llamó la atención hace algunas semanas. Con “Tiempo al tiempo”, Sergio compartía en su blog quince medidas de un “sencillo, pragmático y políticamente incorrecto plan de gestión de mi propio tiempo”. Entre ellas: emplear hora y media en comer a medio día sin teléfono ni ordenador conectados, no realizar más de tres reuniones en el mismo día, dedicar cinco horas semanales a la cocina, dedicar una tarde por semana a “Tiempo de Trabajo Personal”… o una que incorporaba porcentajes: "dedicar el 70% de mi tiempo en delegar, el 20% a pensar y el 10% a producir". La mayoría de estas medidas serían inaplicables en mi plan, si lo tuviera: porque no se da el caso o porque me sentiría incapaz de intentarlas. Todas dan que pensar, sin recurrir a más frases hechas.

Del tiempo me interesa hoy el que tenemos por delante. Qué haré con el tiempo aunque se nos vaya pasando.

4 comentarios:

  1. Qué hacer con el Tiempo que tenemos por delante.. Agradecértelo, agradecerlo

    Chao

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  2. Yo dedico el 10% de mi tiempo en pasar, el 20% a comerme la cabeza y el 70% a intentar producir".

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  3. La distribución del tiempo esta claro que es una cuestión de los humanos, y somos los humanos los que también marcamos los tiempos de nuestra historia.
    Ahora los que marcan los tiempos de la historia se encargan de recordarnos hechos acontecidos hace 70 años, los cuales se pudieron resolver definitivamente hace 30, con la pregonada entonces y ahora transición, pero fue mejor retrasarlo por si acaso, o porque probablemente no representara beneficios para nadie, y además porque los mas interesados están asesinados y enterrados, no importaba ni cuantos ni donde están, para que vamos a entrar en mas detalles de porque no se hizo, seguro que los que lo hicieron si fuera necesario encontrarían sobrados argumentos para demostrar a la sociedad que en aquel tiempo no era conveniente hacerlo. En cualquier caso si esta claro que el que mandaba escribir la historia en ese momento, también de preocupo de silenciar a los familiares torturando sus recuerdos, y sobre todo dejando todo atado y bien atado.
    Desconozco como acabara este episodio, si me atrevo a decir que Extremadura y concretamente Badajoz si han perdido una buena ocasión para demostrar su memoria sobre la historia de lo ocurrido, simplemente reclamando a todos el derecho de disponer de sus muertos.
    No lo hemos hecho, no se si lo haremos, todo ello, puede ser porque no es el momento, porque solo le interesa a unos pocos, o porque puede perjudicar también a unos pocos.
    Personalmente después de lo vivido 73 años, solo se me ocurre decir, que se deje en paz al Sr. Garzón, que sea el Estado quien determine a través de la Ley de enterramiento como y cuando se procederá a subsanar el daño que origino el personaje en el que todos estamos pensando y que yo no quiero clasificar, ya no me merece la pena. Por otro lado la Asociación de la Memoria Histórica que asesore al Estado si tiene la documentación suficiente para ello, que acredite donde están nuestros muertos y que colabore en la preparación de los homenajes que corresponda en cada caso.
    A los que insisten en que es mejor dejarlo como esta, que hicieron todo lo que hicieron, que no fue poco y muy mal hecho, porque tenían que hacerlo, lo ordenaba Dios y la Patria, pues bien a estos solamente decirles que sigan confesando por el tiempo que consideren oportuno sus pecados, con ese Dios que ellos adoran y esos representantes que ellos educaron.
    Poco mas que justificar que soy un veterano de 73 años, que a pesar de no tener tiempo en mi infancia fui un niño que no conoció a sus abuelos paternos, los fusilaron como fusilaron a un tío carnal y que conocí a mi padre en una cárcel de Madrid, desde donde en algunas ocasiones lo acompañaba al lugar donde le obligaban a trabajar.

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  4. Veterano, tu vinculación entre Tiempo y Memoria me parece muy oportuna.

    Una entrada anterior (y otra posterior a ésta) tienen también relación con una recuperación de la memoria que no crispe. Creo que es posible hacer Justicia para ganar en Democracia. Por encima de todo, un respeto a las víctimas y sus familias.

    Un saludo

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