Aniversarios

Hoy es 23 de febrero. 23-F, para abreviar. Para abreviar y para hacer un poco de memoria. Y de historia. Según el escritor Javier Cercas, del que discrepo, “recuperar la memoria histórica es un absurdo: la memoria es personal y la historia es colectiva”. No he leído su “Anatomía de un instante” (Mondadori, 2009). Va de la intentona de golpe del 23-F: Suárez, Tejero, Juan Carlos I y otros. Pienso que la historia se construye con memorias, que sólo lo intersubjetivo nos aproxima a lo objetivo. Una tercera lectura indaga en los porqués: ésta explicaría lo que pasa y lo que sentimos. Hoy es 23-F. En la tarde de ese día de 1981, en mi primer año de universidad, llamé angustiado desde Sevilla a mi padre. Intentaba decirle que un grupo de guardias civiles y militares había tomado al asalto el Congreso de los Diputados. Él estaba en casa, celebrando ruidosamente su cumpleaños con unos amigos. Era 23 de febrero. Veintinueve años después, sigue escribiéndose la historia y seguimos haciendo memoria. Muchos aspectos del 23-F todavía no han sido explicados, como la trama civil del golpe. Veintinueve años después, sigo felicitando a mi padre. En realidad, por estas fechas festejamos dos aniversarios (los dos personales, ninguno demasiado colectivo): el cumpleaños de mi padre y el de mi madre, que fue ayer. Es 23 de febrero y aquí estamos, ¡felicidades!