El afilador ha venido hoy a mi calle. No sé si lo hace a menudo, no es normal que me quede en casa a estas horas; preguntaré a las vecinas. Sólo lo he oído, haciendo sonar su flautilla inconfundible. He imaginado al afilador en su bicicleta, que un día fue revolucionaria. Y no, no maldigo los nuevos electrodomésticos, sino la desmemoria.
["El afilador"]
Yo lo que echo de menos es a ese señor gritando: "¡Bollos de leche! ¡Bollos de leche!"...
ResponderEliminarEn mi pueblo pasaba la heladera gritando "Heeeeeeeeeeelaos riiiiiiiiiicos" y acudíamos como moscas
ResponderEliminarEscucho todavía los gritos de una señora, que en mi niñez se asomaba al portal y gritaba:"Los huevosssssssssssssssss"
ResponderEliminares verdad que la venta ambulante puso banda sonora al pasado de nuestros pueblos
ResponderEliminar(aquel señor casi transparente de Los Santos cantando "¡barquillitos!"...)
es memoria de nuestra infancia