25/9/11

Correveidiles

Hace dos años publiqué en este mismo blog "Refinanciación". Empezaba escribiendo: "Tengo un amigo que tiene una empresa que tiene problemas....". Y terminaba con estas palabras: "...me he identificado con él, no sólo porque es mi amigo, sino porque también tengo una empresa". Dos duros ejercicios fiscales después, sigo teniendo una empresa. O, mejor, mi empresa sigue teniéndome a mí. Aquel amigo no era yo, en contra de la lectura que algunos y algunas hicisteis. Bien podría haberlo sido, pero no. Mi amigo transmitía "una rotunda condición de hombre perplejo". Todavía la transmite. Transmite perplejidad y, por momentos, hartazgo. Mi amigo ha cambiado para resistir, resiste sin resignación para vencer. Sólo que no sabe a qué o a quiénes: han pasado tantas cosas que lo único cierto es que han pasado dos años, dos años más en lo que se ha negado "a desbaratar lo que tanto esfuerzo le ha costado tejer". Ya sabéis, un proyecto y un equipo. Va por él, va por quienes luchan cuanto pueden, por quienes reprimimos una carcajada cuando los correveidiles del poder y los mercados osan hablarnos de "crisis sistémica", o sea, de la crisis del sistema, ¿de su sistema?

4 comentarios:

  1. Me gusta José, transmites "Humildad" y "Seguridad" en lo que se es y lo que se hace; eso es muy importante en casi todo, pero aún más en el sistema que nos ha tocado vivir. Mucho ánimo amigo.

    ResponderEliminar
  2. Gracias, Jaime, siguen pasando tantas cosas que luchar por mantener un proyecto y un equipo, sin perder el norte, se convierte en empresa titánica: menos mal que supimos aprender de la pila de errores que cometemos, un abrazo

    ResponderEliminar
  3. Esos es, hay que resistir mientras se pueda (mientras uno/a pueda, digo) y creer que se hace lo que se puede por seguir: digo yo que eso será la innovación, la reinvención y toda esa parefernalia metafísica de ahora. Felicidades, ánimo y espero que podamos seguir acompañados mucho tiempo, hasta esos 68 años o más. Hoy he soñado con Grupo RED (lo juro).

    ResponderEliminar
  4. desde que nos conocemos profesionalmente, Ángel (casi 28 años), no hemos dejado de re-inventarnos..., con mayor o menor éxito: que no nos cuenten cuentos ahora, ¡y qué sueños más raros tienes!, un abrazo

    ResponderEliminar