Manolo, salud

"El Alcalde de Zafra, Manuel García Pizarro, se recupera satisfactoriamente del infarto de miocardio que ha sufrido en la mañana de hoy domingo. Atendido de urgencia en el Hospital de Zafra, ha sido trasladado en helicóptero a Badajoz, para ser sometido a un cateterismo en el Hospital “Infanta Cristina”. Se encuentra en estado estable en la UCI, donde se espera que esté 48 horas en observación. El Ayuntamiento, la Agrupación Socialista y su familia agradecen el interés que han mostrado por su salud ciudadanos y ciudadanas y autoridades de Zafra y de toda Extremadura, y confían en la completa recuperación de quien es primer edil de la ciudad desde 2003 y Presidente del PSOE de Zafra." El jueves pasado estuvimos juntos en un acto institucional en Portugal, uno más. Manolo, por encima de todo, salud. Gracias y un abrazo.

[jfgras. Estremoz, Jueves Santo. 2011]

Francisco Vázquez

El embajador saliente de España ante la Santa Sede, Francisco Vázquez, se despide del Papa Benedicto XVI arremetiendo contra el PSOE, su partido. Ha criticado, entre otras decisiones del gobierno, la aprobación de los matrimonios entre personas del mismo sexo o la futura Ley de Cuidados Paliativos y Muerte Digna. Y se ha hecho la víctima, augurando que no llegará a ser Defensor del Pueblo porque "algunos en el PSOE están contra mí por ser católico". El victimismo no es buena credencial para casi nada y menos aún para aspirar a ser Defensor del Pueblo, cargo para el que su nombre venía sonando. Si ese victimismo se escuda en supuestas persecuciones religiosas, la incoherencia se hace clamorosa. “¡Él no nos defiende!” es la campaña lanzada por la FELGTB sobre el posible nombramiento de Francisco Vázquez. Y es que el ex embajador está así de satisfecho: "He peleado mucho para que no hubiera una nueva ley de libertad religiosa". Sin duda, hay perfiles muchísimo más adecuados que el suyo para Defensor del Pueblo. Quien ocupe ese cargo debería respetar todos los derechos, también los de quienes no profesan su fe o, profesándola, no piensan como él. Acabáramos. Es Domingo de Ramos. A quien no estrena...

Mis gustos

Será aburrido escribir de uno, pero cuando hay que hacerlo se hace. En el boletín de la candidatura, cada cual hemos presentado motivaciones e inquietudes políticas y personales, sueños y retos, preocupaciones e ilusiones. Abro este hueco para las seis líneas con las que se ha resumido el perfil del número 4: “Comprometido con el proyecto socialista por sentido de la responsabilidad y por ilusión, porque algo ha aprendido en los últimos cuatro años, para que no nos resignemos ni dejemos de hacer una política de izquierdas. Afronta para Zafra los mismos retos que fuera del Ayuntamiento: una sociedad en igualdad, una ciudad que favorezca la convivencia y el empleo de todas y todos, un entorno más creativo e innovador… Piensa que participar en política, dentro de las instituciones o sin ellas, es digno, es necesario y es útil”. Aparece en tercera persona, aunque lo escribí yo mismo. He recuperado y releído el texto que, debajo de “datos biográficos” más convencionales y para idéntica ocasión, acompañó mi foto hace cuatro años: “Mi prioridad como concejal será favorecer que Zafra sea un pueblo más creativo. Y que no se note en mi vida. Participo en la política local desde hace 20 años. Casado, he cumplido 45. Declaré mi objeción a la mili en el 84 y en el 91 hice la prestación social. Un libro: Confieso que he vivido, de Pablo Neruda. Una película: Senderos de gloria, de Kubrick. Dedico mi tiempo libre a buscarlo. Me atraen las personas anónimas, trabajadoras y con sueños”. Lentamente, algunos de mis gustos han evolucionado, sigo buscando tiempo y he cumplido 49.

[i.jfgras. Lentamente. 2011]

Tranquilos

Es aburrido escribir de uno. No porque uno se aburra, sino porque aburre. Es terrorífico que hablen en público de mí, o sea, de uno. Cuando esto ocurre y estoy delante, muy de tarde en tarde, más que las piernas me tiemblan las orejas (si fueran antenas, sintonizarían otra frecuencia). Si además lo que he escuchado de mí es que soy un hombre tranquilo, inevitablemente cabeceo para negarlo. Agradezco el cumplido, que sólo puede venir de un amigo, pero no me identifico con el personaje. La tranquilidad se confunde con la quietud. Y nada más lejos. Es sabido que la gente que aparenta tranquilidad somos gente inquieta. Por eso, precisamente por eso valoramos el sosiego. Ante todo, majetes, mucha calma: la necesitamos para no resignarnos, para seguir luchando. Algo leí sobre el alma y un escaparate, que no repetiré. Basta por hoy de aburrir.

Con Voz

Qué gran torpeza. El secuestro de VOZ Emérita, ordenado por la Junta Electoral de Zona de Mérida y que ha sido recurrido por la empresa propietaria de este semanario local, es una injusticia y un despropósito, pero es además una gran torpeza. Su último número se hace eco de dos actos inaugurales anteriores al 29 de marzo y, según los argumentos jurídicos de la medida, ello contraviene la nueva Ley Electoral. Secuestrar un medio informativo privado con tan débil y discutible justificación atenta contra la libertad de expresión. El Ayuntamiento, instado a que "se abstenga de seguir difundiendo dicho semanario", aclara que nada tiene que ver con su edición. Y si de verdad lo que se buscaba silenciar es que se ha inaugurado la Escuela Superior de Hostelería y Agroturismo y que el alcalde y la consejera de Educación han visitado un colegio de Mérida, la orden de retirar los ejemplares impresos ha conseguido amplificar estas informaciones. Y otras. En cuanto supe del secuestro fui a la edición digital de VOZ Emérita y leí en portada de este número, el 206: "Acedo compró 11 propiedades inmobiliarias durante su mandato". Parece ser que el candidato por el PP a la alcaldía de Mérida incrementó sustancialmente su patrimonio en doce años al frente del Ayuntamiento, entre 1995 y 2007. No lo sabía y gracias al secuestro, mire usted por dónde, me he enterado. Gracias a la Junta Electoral y la torpeza de quienes jalean estos atropellos.

La urbanidad

Qué antigua, la urbanidad. La urbanidad es comportamiento de gente que se demuestra educada siendo respetuosa. ¿A ti de chico no te enseñaron urbanidad? Te la enseñarían, pero ¿la aprendiste? Buenos modales, la llamaban. Recuerdo normas que serían muy útiles para quien se moviera en ambientes y mesas que no he frecuentado. Y no me refiero a usar la pala del pescado o a no cortar con el cuchillo la tortilla (bastaba el tenedor). Tampoco a las más básicas, hablar con la boca llena o poner los codos en el mantel. Las había que he olvidado porque nunca tuve ocasión de practicarlas. La forma en que era preceptivo dirigirse a personas de alcurnia, por ejemplo. ¿Cómo las reconoces?, ¿quién discrimina eso de la alcurnia? En fin, yendo al grano, la urbanidad suena a rancio. Como platos por los que hace tres décadas sentíamos devoción sin saber bien por qué –el cóctel de gambas o el melón con jamón, los san jacobos o la ternera a la jardinera, el pijama o la tarta al güisqui– hasta que un día fueron cayendo en desgracia. Sin embargo, como algunos de esos platos, la urbanidad no pertenece al pasado. Cuánto se agradece ahora que saludes y te respondan con respeto. Paseando por la calle o en las redes sociales, enviando un correo electrónico o al entrar en un bar, despidiéndote. Buenos días. Hola qué tal. Adiós, me iré... Cuando falta, la urbanidad más elemental se echa de menos.

[La otra tarta al whisky de El Comidista]