25/3/11

Nuestro laberinto

Un breve. No enlazaré ni citaré lecturas. Está todo tan revuelto que se abre camino cierta angustia colectiva. Es como si quisieran saturar nuestras conciencias para que las acabemos perdiendo. No es tremendismo. Ni pesimismo. Es o pretende ser una advertencia que no hago, sino que me hago. La realidad que estos días asoman a los medios de información alterna Libia y Japón, Japón y Libia. La realidad que apenas muestran, ya sabemos que está ahí, es la de los pueblos empobrecidos (con Haiti a la cabeza de la desgracia sin límites). Ocultan otra. Y otra realidad no necesitaría de medios para ser comunicada. Mercados y paro, ya sabemos. Es la realidad que vivimos cerca, etérea o carnal, tan cerca que por doméstica amenazan con volvérnosla invisible. Tenemos conciencia. El primer paso para perderla es dejar que se adormezca, saturada antes de que nos la machaquen. Está todo tan revuelto que no debemos permitir que nada nos paralice. Sin angustias, nuestro laberinto es nuestro.

1 comentario:

  1. Está todo tan revuelto que no debemos permitir que nada nos paralice.


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