15/8/10

Posturas

Cuando te encuentres en persona frente a alguien, medirás las palabras y cuidarás los gestos, pero no controlarás tan fácilmente la postura de tu cuerpo, que sean cuales sean tus intenciones te delatará. Tu cuerpo traiciona o reafirma lo que dices y las caritas que pones. Está estudiado. Puedes susurrar lo que sea con una sonrisa, que si lo haces con los brazos en aspas no resultarás creíble. Puedes gritar mientras frunces el ceño, pero el tronco encorvado y las piernas vencidas transmitirán la inconsistencia que quieres esconder. Según esto, son tus manos más poderosas que tus ojos y tu misma voz. Desearás adiestrarte en el manejo de tu cuerpo para comunicar a tu antojo y no al capricho de tu conciencia o tu razón. Más allá de un par de burdos trucos, fracasarás en el intento. Siempre que te muestres, tú serás tú. Cuanto más te desnudes, más autenticidad. Cuanto menos expongas tu cuerpo a las miradas ajenas, más ocultación. Así que si tu empeño fuera desviar la atención hacia lo que no es, ya sabes, hazte artista. O ábrete un perfil en Facebook. Cuidado con los blogs de toda la vida, porque con las palabras escritas también se te acaba viendo el plumero.

[Las Tres Gracias]

4 comentarios:

  1. Que le vamos a hacer, somos lo que somos y punto. A mi me parece bien así, que el engaño dure lo que tarda en caer el telón.

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  2. ¡Ay, querido Jose! Creo entender el sentido de tu entrada, pero me corroe la curiosidad por conocer a quién te refieres. Lógicamente, no me lo dirás y seguiré en la inopia. Para entretenerme confeccionaré mi propia lista de posibles referidos, a modo de entretenimiento de verano. Pásalo bien.
    Juan Carlos Fernández.

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  3. no es mal sitio, la inopia, donde solemos estar: en confianza, la reflexión sobre el lenguaje corporal la escuché por la radio en una entrevista a un mago..., y luego me vi entrevistado por la tele (y me miré, y comparé), un abrazo

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  4. Juan Carlos Fernández18 de agosto de 2010, 23:06

    ¡Jo, que chasco!
    Un abrazo,

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