27/6/10

Engrandecéis nuestra nada

¡Oh hermosura que excedéis/ a todas las hermosuras!/ Sin herir dolor hacéis,/ y sin dolor deshacéis/ el amor de las criaturas./

¡Oh nudo que así juntáis/ dos cosas tan desiguales,/ no sé por qué os desatáis,/ pues atado fuerza dais/ a tener por bien los males!/

Juntáis quien no tiene ser/ con el Ser que no se acaba;/ sin acabar acabáis,/ sin tener que amar amáis,/ engrandecéis nuestra nada.

Me siento privilegiado. Hemos celebrado, con mi padre y mi madre, sus bodas de oro. Cincuenta años, un día y algunas horas después de su primera boda, en la Virgen de la Villa de Martos el día de san Juan de 1960, han renovado sus votos. O como se diga. Fui capaz de pronunciar unas palabras, esos versos de Teresa de Jesús y el poema de Dulce. Les di las gracias. ¿Por qué, si no por todo? Después de semanas de pensarlo, queriendo ser preciso, por su generosidad y su comprensión. Y me quedo corto. Engrandecen nuestra nada.

2 comentarios:

  1. Es un privilegio y un lujazo que yo no tuve. Para ti y para ellos ¡Felicidades!

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  2. ¿Fuiste capaz de pronunciar unas palabras?Eres un valiente. Enhorabuena

    Chao

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