Encuentros

Lo de la improvisación estratégica (IE) puede parecer una simple broma pandillera. Pero no. Es un concepto, pelín irónico, inventado para llamar a algunas cosas por su nombre y rebajar el tono y la altura de la planificación estratégica (!). Aplicada en la revisión de organizaciones pequeñas o medianas, de la IE podrían hablarnos –con bastante criterio– Fernando, Marisa o Guillermo. El chascarrillo lo hacemos nuestro en los encuentros de equipo de mi empresa. Ayer participamos en un ejercicio de IE, durante 16 horas (comidas y bebidas incluidas). Hacía tiempo. Las escrituras de la actual empresa, nacida un 4 de julio, cumplen mañana doce añitos. Desde entonces, hemos tenido decenas de encuentros de equipo, la mayoría en casas rurales o establecimientos con encanto –recuerdo Alcántara, Montemolín, Arroyo de San Serván, Navas del Madroño, Trujillo, Hervás, Fuente de Cantos, Alcuéscar, Villafranca de los Barros, Montánchez, Miajadas, Cáceres, varios en Zafra… En ellos hemos improvisado mucho y planificado un poco. Alguien me habló el otro día de que en su empresa, entre innovación táctica e innovación estratégica, lo que buscan es cohesionar aún más al grupo. Eso es lo que vivimos en el encuentro de ayer: momentos de sintonía estratégica. En Grupo RED seguimos procurando no perder el hilo de la cometa (ni la cometa).

[Foto de encuentro en Hervás, 7 de julio de 2004]