18/9/11

Health Club

Nunca fui a un gimnasio. Nunca, hasta que en abril del año pasado me apuntaron a un Health Club. Descubrí que los gimnasios no tienen por qué ser lugares donde los músculos sudados y las máquinas pesadas se apoderen del espacio. Se derrumba el falso mito de la sordidez. El local es limpio y luminoso, los entrenadores te acompañan y te corrigen, las mancuernas quedan apiladas en un discreto segundo plano. Desde entonces voy a este Health Club, tres o cuatro veces a la semana y durante apenas una hora, más por la mañana que por las tardes. Ejercito (es un decir) espalda y bíceps, pecho y tríceps, hombros y piernas, siguiendo una tabla de tres días con seis movimientos que repito en tres series de quince. Tantos números ayudan a crear una atmósfera cabalística; mientras, te familiarizas con los ejercicios y sus nombres, curiosos o sugerentes: Arnold –por Schwarzenegger–, remo en banco, abductores en suelo, escápula... Antes y después, unos veinte minutos de cardio, en cinta andadora y bicicleta, por supuesto estática. Evito la elíptica. Acabo estirando y me ducho en casa. Y aunque todavía sigo añorando correr por el campo, lo mejor no es haber recuperado sano la actividad física que casi siempre practiqué. Lo peor es la música ambiente, poco saludable. Lo mejor es que el health club de donde vivo –en inglés no suena igual– abre un paréntesis de reflexiones o charlas alternativas. Aquí, en el gimnasio, no sólo te sientes el cuerpo, tan castigado.

3 comentarios:

  1. Yo también voy a un buen gimnasio, justo debajo de mi casa. Lo mejor ha sido encontrar, a las 7 de la mañana, un grupo de mujeres divertidísimas, que, poco a poco, hemos ido construyendo una "agenda social" increíble: carreras, marchas, excursiones, celebraciones, desayunos, cena de navidad con amigo invisible, circulación de libros, conciertos... Sólo una regla básica: prohibido criticar a nadie. ¡Funciona!

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  2. aquí en el pueblo no llegamos a hacer pandilla, pero sí amistades y sobre todo tenemos (o escuchamos) conversaciones impensables en otras circunstancias: mens sana... ;-)

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  3. Seguro está mejor que el Gimnasio Municipal

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