11/4/09

Pasos vecinos

Cada cual tiene derecho a sus veinte contradicciones, siempre que no sean fundamentales. Aprendí con mi amigo Ricardo Sosa que las contradicciones podían ser 20 o más o menos, y que lo que es fundamental y lo que no nadie te lo ha de marcar.

Igual que hace un año, no he participado en ninguna procesión esta Semana Santa. Sí he asistido a varias, he presenciado la salida de pasos vecinos, me he topado con alguna en las estrechas calles del casco antiguo de Zafra –más anchas gracias a ellas– donde vivo. Pero no he participado en ningún desfile procesional como miembro de la corporación municipal. Mis compañeras y compañeros del equipo de gobierno se han hecho cargo. Creo tener mis razones, unas personales y por tanto privadas y otras que puedo explicar. Mantengo el criterio de que las instituciones públicas no deben estar representadas en determinadas manifestaciones religiosas. Sostengo esta opinión hace mucho tiempo y ahora que me correspondería representar a mi ayuntamiento en una procesión de Semana Santa sigo pensando lo mismo.

Para mí, figurar como autoridad en uno de estos desfiles sería una contradicción fundamental. No por mis creencias religiosas –que sólo mi entorno conoce y que a nadie más importan–, sino porque veo la necesidad democrática de que Estado e Iglesia(s) se diferencien con claridad meridiana. Que estos poderes se diferencien, para que no se distancien ni se aproximen en exceso: que establezcan la distancia justa para evitar que se enfrenten en beneficio de terceros o, lo que sería peor, se confundan. Que se diferencien para no ser manipulados por una de las partes, jerarquías eclesiásticas o partidos políticos. Parte de la polémica provocada por el
lacito blanco tiene su origen en que esa distancia entre una Iglesia confesional y el Estado laico (en la práctica de estos días, entre cofradías y ayuntamientos, entre nazarenos y concejalas), no ha sido la adecuada. Defiendo la libertad de expresión de quienes han lucido lazo antiabortista en su solapa. Están en su derecho.

Yo ejerzo el mío de no participar como concejal en las manifestaciones religiosas en las que el componente espiritual es aún más fuerte que el social o el cultural. Por esta causa no desfilo en ninguna procesión de Semana Santa. Mis contradicciones son mías y las guardo para mí.

6 comentarios:

  1. Con el post te entendía, con el comentario me has liao.

    Besos

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  2. Hitos, es verdad. El comentario liaba, pero debía estar suprimido. Han sido los duendes, o sea, mi torpeza al intentar borrar esas notas y no darme cuenta de que seguían como comentario... Gracias por la advertencia.

    Lo que venían a decir es que no faltan actos a los que sí acudir. Era innecesario. Ya explicaba en el post que es el respeto a la religiosidad popular lo que nos hace cobrar cierta distancia de sus verdaderas manifestaciones.

    Besos

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  3. Dadas todas las aclaraciones con lucidez y con coherencia,incluso a la pregunta no hecha de porqué van los que van.....

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  4. ¿Dejaría la gente de asistir o participar en procesiones por no ver en ellas a sus representantes políticos? ¿Dejaría la gente de votarlos si no los ve tras el paso procesional? Sinceramente creo que no

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  5. Este año también me he librado de ver tan siquiera un solo desfile procesional, al menos de cerca e intencionadamente, que ya es difícil dar una vuelta sin toparse con alguno. ¿Qué le vamos a hacer? prefiero evitarlos; no ya por mi condición de agnóstico, sino porque me desagrada tanto exhibicionismo de personajes (haberlos, haylos) que juegan a sentirse "reina por un día". Los creyentes auténticos, que mayoritariamente procesionan en total anonimato, sabrán disculparme, no me refiero a ellos. Las creencias las respeto, faltaría más, pero creo que los manejos de los desfiles procesionales que se traen algunos "ilustres" poco o nada tienen que ver con la religiosidad y la espiritualidad. Más bien con la autopromoción y esa sublimación del ego que son incapaces de cultivar en su vida cotidiana. Más de un creyente verdadero me ha confesado estar de acuerdo con esto.
    A lo que iba, que me pierdo. Tengo entendido, sin embargo, que hace años que ningún cura acompaña a los desfiles procesionales en Zafra. Entonces, ¿qué c... pintan los representantes políticos en los desfiles?. Yo mismo podría dar 4 o 5 respuestas acertadas a la pregunta, pero en ninguna de ellas quedan bien parados los munícipes. Mejor me callo.

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  6. años después, lo sigo explicando a quien todavía me pregunta: si no voy en las procesiones de Semana Santa como concejal es porque respeto la religiosidad popular: nada tiene que ver con mis creencias religiosas, sino con nuestra laicidad

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