13/11/12

Su nombre

Hace unos días, en una ciudad que no es la mía, tuve un encuentro casual con un antiguo amigo y compañero del colegio. Habían pasado años. Le saludé y torció el gesto. No me reconoció. Le llamé la atención por su nombre de la infancia. No se reconoció en él. Pudimos entablar una breve y tibia conversación fría por su parte, cálida por mi lado cuando me dirigí a él por su nombre compuesto y dos apellidos. Por supuesto, no se acordó del mío ni en el momento de la despedida. No se lo dije. Más tarde comenté el caso con otros amigos, que interpretaron con ligereza su actitud y mi aspecto: ¿reniega de su pasado?, ¿tiene problemas de identidad?, ¿sufre de desmemoria?, tampoco has cambiado tanto... Lo malo para mí no fue que no me reconociera, lo peor para él es que no se reconoció en su propio nombre. Bueno, a este antiguo compañero antes lo recordaba con cariño y ahora le guardo cierto aprecio. Si vuelvo a verlo le llamaré igual. Como cuando éramos niños.

3 comentarios:

  1. Como me pase lo mismo os fostio

    ResponderEliminar
  2. LE HUBIERAS PREGUNTADO ¿DONDE VAS TRISTE DE TI?, SEGURO QUE IBA EN BUSCA DE MERCEDES.

    ResponderEliminar
  3. ¿del Mercedes?, qué va, ni iba triste: no hago preguntas comprometedoras

    ResponderEliminar