23/4/09
Glorieta con memoria
22/4/09
Melancolía

16/4/09
Morning of the Carnival

Estaba yo haciendo indagaciones de por qué la experiencia ciudadana de Abla (Almería) es para gente que conozco un buen ejemplo de apropiación de las redes sociales (algo encontré), cuando he recibido un enlace al blog del alcalde de Jun (Granada) –otro referente de la administración electrónica y la participación social–, y apenas he tenido tiempo de leer que entrevistará “uno a uno” a los 333 trabajadores y trabajadoras desempleados/as de su municipio.
En ese momento me han llegado los datos actualizados de paro en Zafra. 1.746 personas paradas inscritas a fin de marzo en la oficina de empleo. No hay variación respecto a febrero. Entonces, el incremento mensual fue de más del 10%. Se frena la destrucción de puestos de trabajo, quizás. Pero sin duda sigue siendo demasiado.
Durante esos cinco minutos compartidos por Jun, Abla y Zafra, sonaba en una televisión la inconfundible Morning of the Carnival, from "Black Orpheus". Muy pronto he vuelto a escucharla en youtube, en la versión de Gerry Mulligan Sextet de 1963. Sin ninguna pretensión, he decidido improvisar esta entrada en el blog, poner banda sonora a esos cinco minutos de pueblos de nombre breve.
11/4/09
Pasos vecinos
Cada cual tiene derecho a sus veinte contradicciones, siempre que no sean fundamentales. Aprendí con mi amigo Ricardo Sosa que las contradicciones podían ser 20 o más o menos, y que lo que es fundamental y lo que no nadie te lo ha de marcar.
Igual que hace un año, no he participado en ninguna procesión esta Semana Santa. Sí he asistido a varias, he presenciado la salida de pasos vecinos, me he topado con alguna en las estrechas calles del casco antiguo de Zafra –más anchas gracias a ellas– donde vivo. Pero no he participado en ningún desfile procesional como miembro de la corporación municipal. Mis compañeras y compañeros del equipo de gobierno se han hecho cargo. Creo tener mis razones, unas personales y por tanto privadas y otras que puedo explicar. Mantengo el criterio de que las instituciones públicas no deben estar representadas en determinadas manifestaciones religiosas. Sostengo esta opinión hace mucho tiempo y ahora que me correspondería representar a mi ayuntamiento en una procesión de Semana Santa sigo pensando lo mismo.
Para mí, figurar como autoridad en uno de estos desfiles sería una contradicción fundamental. No por mis creencias religiosas –que sólo mi entorno conoce y que a nadie más importan–, sino porque veo la necesidad democrática de que Estado e Iglesia(s) se diferencien con claridad meridiana. Que estos poderes se diferencien, para que no se distancien ni se aproximen en exceso: que establezcan la distancia justa para evitar que se enfrenten en beneficio de terceros o, lo que sería peor, se confundan. Que se diferencien para no ser manipulados por una de las partes, jerarquías eclesiásticas o partidos políticos. Parte de la polémica provocada por el lacito blanco tiene su origen en que esa distancia entre una Iglesia confesional y el Estado laico (en la práctica de estos días, entre cofradías y ayuntamientos, entre nazarenos y concejalas), no ha sido la adecuada. Defiendo la libertad de expresión de quienes han lucido lazo antiabortista en su solapa. Están en su derecho.
Yo ejerzo el mío de no participar como concejal en las manifestaciones religiosas en las que el componente espiritual es aún más fuerte que el social o el cultural. Por esta causa no desfilo en ninguna procesión de Semana Santa. Mis contradicciones son mías y las guardo para mí.
8/4/09
21 habilidades

Imaginación
Autoestima
Perseverancia
Responsabilidad
Asunción de riesgos
Liderazgo
Asertividad
Resolución de conflictos
Espíritu de equipo
Cooperación
Solidaridad
Comunicación
Iniciativa
Superación
Espíritu investigador e innovador
Sentido crítico
Flexibilidad
Autodisciplina
Toma de decisiones
Autonomía
5/4/09
Hace 30 años

(Comentamos durante el viaje la charla de la noche anterior en Zafra. Organizada por la agrupación local del partido, José Luis Navarro –consejero de Industria, Energía y Medio Ambiente– y Francisco F. Marugán –diputado, asesor económico de los gobiernos de Felipe González y portavoz de Presupuestos del grupo socialista en el Congreso– hablaron sobre la crisis y sobre las medidas anticrisis de las administraciones regional y central. Me gustó cómo explicó José Luis Navarro que la prioridad de la Junta de Extremadura es evitar las situaciones de exclusión social que pueda provocar el desempleo. Paco Marugán, ya desde la perspectiva del mudable gobierno de Zapatero, alertó “contra el alarmismo y contra la complacencia”: pienso como él que estos tiempos de crisis van a significar un cambio de época, por lo que no tengo tan claras sus palabras de que sea inconveniente una mayor intervención pública en el sistema financiero. Muchos desconfiamos de que los mercados sepan regularse por sus atenores. Desconfiamos de que en esa regulación los bancos quieran anteponer los intereses generales a intereses propios o espurios.)
En fin, fui el viernes a Mérida acompañando a mi alcalde y una vez allí supe que el número de personas elegidas democráticamente en Extremadura como concejales y concejalas hemos sido 26.000, nada menos, sólo desde 1979. El acto del XXX aniversario fue bastante plano, como casi todos los construidos a base de discursos (¿cuándo cambiaremos esos formatos?), pero tuvo su carga de reivindicaciones y algunos momentos emotivos.
Me emocionó la breve intervención de apertura de José Ángel Calle, alcalde de Mérida, dando en el clavo del municipalismo; sus claves no están en la financiación local ni en una gestión eficiente, no, sino en la participación ciudadana, en la corresponsabilidad social... El curso que murió Franco, Ángel me daba clases de ciencias sociales de octavo en San José: desde entonces me enorgullezco de tenerlo de maestro, cabal y libre. Y digo tenerlo, no haberlo tenido, porque a los buenos maestros y maestras no los pierdes nunca. De esto hace más de 30 años.
Un segundo momento emotivo lo encontré en el homenaje que el presidente Guillermo Fernández Vara, todo corazón, quiso tributar a las familias de las concejalas y los concejales. No tuve por menos que acordarme de la mía y dar la razón a Guillermo cuando habla, ahí sí, de la generosidad y el esfuerzo compartidos.
Y el gran acierto del acto, que para muchos fue el reconocimiento público a las siete mujeres que accedieron a la alcaldía de sus pueblos tras las primeras elecciones municipales. Francisca, Mª Asunción, Felisa, Mª Luisa, Mª Carmen, Ana María y mi amiga Manoli Frutos fueron votadas como alcaldesas el 3 de abril de 1979. Más del 98% de los municipios de Extremadura comenzaron a salir de la larga noche franquista con alcaldes democráticos. Solamente en Barcarrota, Hoyos, Almendral, Cordobilla de Lácara, La Garrovilla, Valdehúncar y Valverde de Mérida, además, las personas elegidas para arrojar luz en sus ayuntamientos fueron mujeres. Hace 30 años.