Miércoles

La tarde de los miércoles era libre en el colegio de mi infancia. Libre significaba que no había clases. Después del recreo que seguía a la comida, teníamos un rato de estudio y jugábamos uno o dos partidos de la liga escolar. Luego comíamos el bocadillo de chocolate de la merienda y volvíamos a entrenar (los del equipo de atletismo descansábamos poco). O asistíamos a alguna charla o a cualquier otra actividad extra que nos hubieran programado. Completábamos la tarde pudiendo comprar chucherías y un refresco en el kiosco conocido como el bar, que abría miércoles y sábados, o saliendo al pueblo, donde dedicábamos el paseo a comprar chucherías y un refresco. En la adolescencia más tardía, la novedad de salir al pueblo consistía en disimular el pavo, cuando se cruzaban en nuestro camino niñas del colegio de niñas, o en entrar en un bar de verdad a tomar una cerveza con callos. Debíamos estar de regreso en el comedor a la hora de la cena, las ocho y media en punto. Ahí tocaba a su fin la tarde libre del miércoles. Fueron siete años de miércoles con tardes libres. ¿Libres? Cuando pasé del internado al instituto, un curso antes de entrar (es un decir) en la universidad, me costó abandonar parte de la rutina acumulada. Sobre todo, permanecía la sensación liberadora de los minutos que rompían a la mitad la monotonía de la semana. Otros muchos recuerdos de las rutinas de aquel orden perfecto han desaparecido, felizmente en más de un caso. No en éste. Vuelve ahora el de los miércoles libres, no sé, ¿porque los tiempos de estos días azules también están cambiando?

Soltando lastre

– ¿Quién eres?

– Ésa es una buena pregunta.

Este diálogo, otra buena pregunta sin respuesta, pertenece a la película de Peckinpah sobre Pat Garrett, el sheriff que mató a Billy el Niño. En el mismo libro donde la lees encuentras una segunda cita sobre cómo somos: "sepan que soy ocioso, inestable, geométrico, errabundo, aspirante a ideólogo de la desgana, volátil, y siempre ando soltando lastre". Quizás tú no seas nada de lo anterior, pero en modo alguno esto último. No sueltas lastre, no, por más que lo intentes. Tienes momentos de ocio, tentaciones variables, tics de geometría curva, sospechas de vagabundo, palabras desganadas, arranques de vuelo sin motor y mucho lastre que soltar. Ninguno de esos rasgos es concluyente. Con ninguno de ellos sabrías responder la gran pregunta, ni en todo ni en parte. La última característica, encima, puede definir, no lo que eres, sino lo que no, lo que no consigues. Porque no sueltas lastre ni queriéndolo.

– ¿Quién eres?
– Ya no llevo el peso sobre la espalda, la carga se ha adherido a mis miembros y hace una eternidad que dejó de ser ligera.

Más que una buena pregunta, es una pregunta cruel, el tipo de pregunta que no le harías a un amigo. Somos comos somos.

[Suelta lastre]

Escuela de Asociaciones

Las organizaciones sociales necesitan/necesitamos con urgencia adecuarnos a los cambios que se producen a nuestro alrededor y dentro de nosotras. Para ello, ¿qué mejor camino que el de la formación? "Aprender nuevas maneras de pensar y hacer las cosas" es lo que buscan las acciones formativas que lanzan las asociaciones CRAC y ACUDEX, procurando dar respuesta a algunas preguntas clave:

TOMANDO EL PULSO A NUESTRA ORGANIZACIÓN ¿Cuáles son nuestras debilidades y nuestras fortalezas?

NUEVAS FORMAS DE PARTICIPACIÓN EN NUESTRA ORGANIZACIÓN ¿Cómo mejorar la implicación de quienes la forman?

NUEVAS FUENTES DE RECURSOS EN TIEMPOS DE CRISIS ¿Existen otros medios para poder cumplir nuestra misión?

OTROS LIDERAZGOS SON POSIBLES ¿Cómo dirigir las organizaciones sociales del siglo XXI?

FOMENTAR LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA DE MI PUEBLO (O BARRIO) EN TIEMPOS DE CRISIS ¿Qué hacer desde la participación ciudadana por la democracia participativa y el desarrollo local?

En suma, los Cursos de Bolsillo "pretenden facilitar aprendizajes, pistas, experiencias y herramientas básicas para mejorar la práctica cotidiana de las organizaciones". Preguntas y respuestas para una oferta conjunta que se presenta con esta carta:

La Escuela de Asociaciones de Acción Social lanza su programación de Cursos de Bolsillo, on-line y muy prácticos, para el primer semestre de 2012. Las asociaciones CRAC (www.equipocrac.net) y ACUDEX (www.acudex.org) dirigimos conjuntamente esta oferta a asociaciones, otras organizaciones sociales y personas en general vinculadas a la participación ciudadana.

En el folleto adjunto presentamos las condiciones de este lanzamiento y los cursos ya programados, pensados para reinventar nuestras organizaciones. El plazo de inscripción se abre hasta el 30 de abril. Te esperamos en nuestro espacio virtual de formación dirigido al tejido asociativo, que cuenta con el apoyo del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y más de 600 participantes en sus ocho años de experiencia.

Seguimos a tu disposición en los teléfonos y direcciones que os facilitamos, así como en esta cuenta de correo-e.: info@e-asociaciones.org.

Escuela de Asociaciones, ¿nos la vamos a perder?

Un pavo

No tuve fácil sostener la mirada de este pavo, alentejano y real. Es un pavo público, de los que se pavonean en el Jardim Municipal de Évora. Habituado a mantener la distancia justa, no puede ser esquivo ni sabe parecer familiar. Los animales que se muestran a la vista de la gente adoptan un aire más humano. Si el animal es un pavo o una pava y si el pavo es real, ese reflejo de humanidad combina en tonos azules altanería, rudeza y frágil acomodo (es como si dijera: aquí estoy porque me han traído, porque me han dejado, posiblemente no sea el mejor lugar, el más reservado o seguro o natural, pero éste tampoco es malo, y si lo es no será el peor, espero). Sin nada distinto que hacer delante de este pavo, fieramente humano, enfoqué hasta tener su ojo a tiro de cámara y disparé. Luego caí en la cuenta de que es lo menos trascendente que me había ocupado en semanas. Observar a un ave cautiva que ni siquiera llega a desplegar sus plumas.

[jfgras. El pavo, Évora. 2012]

Dolores

La Semana Santa católica dura más de siete días: se inicia un Viernes de Dolores y casi termina el Domingo de Resurrección. He pensado en el arranque doloroso de la Semana que hoy acaba, escuchando esta mañana en una cadena de radio que "el dolor es imprescindible". En este programa se ha dicho que el dolor físico y el emocional se perciben de manera parecida, porque activan idénticos mecanismos cerebrales; disquisiciones científicas y religiosas aparte, me ha llamado la atención su título, "La mejor alarma". Es el dolor la mejor alarma, para los males físicos y los del alma, los individuales y los colectivos. Podemos –si queremos– sufrir el dolor de quien sufre y alegrarnos con quien se alegra, pero también mirar para otro lado cuando tenemos cerca el dolor o la alegría (y no sentirlos, en una renuncia más o menos consciente a la empatía). Entre las formas de paliar el dolor personal, conviene recordar que la Ley de Muerte Digna no ha visto la luz en España, a pesar de que fue repetidamente anunciada en la pasada legislatura. Y en cuanto a combatir injusticias sociales, causantes de tanto dolor, la exigencia es plantar(les) cara sin miedo. No, no dejemos que nos confundan dolor y miedo... Uno de los participantes en el programa de radio del que escribo ha utilizado una expresión afortunada para explicar cómo ir superando el dolor que provocan situaciones catastróficas: "Convertir en abono el estiércol". Es un buen mensaje para despedir esta semana y saludar a las que vienen.

Con segundas

Voy, voy descarado con segundas.

● Infinidad de pequeños gestos de protesta son (también) posibles. Isaac Rosa, en su blog.

● Con su música y el acompañamiento de Sabina, canta Chavela "Noche de bodas":

Que las verdades no tengan complejos,

que las mentiras parezcan mentira...

que ser valiente no salga tan caro,

que ser cobarde no valga la pena.

● Leído en facebook: Mantener huelga de consumo en donde pudiendo haber parado no lo hicieron y ahora dicen echar pestes de las nuevas medidas del gobierno.

● Que no se ocupe de ti el desamparo.

● Que no te compren por menos de nada.

● Que el corazón no se pase de moda, en fin.

● Y en la pared curva de una plaza de toros: Lo que dices me distrae de lo que eres.

No me callaré.

Según Ignacio Escolar sólo pierden su voz quienes se resignan a callar.

Así que mejor que andarme con chiquitas he ido con segundas.

[i.jfgras. Distraído. 2011]